Una casa fucsia cerca del agua



En cualquier momento armo un bolsito con las dos o tres cosas que tengo más todos los libros y me voy a una casa fucsia cerca del agua. Forjaré un acento bien latinoamérica, diré "fockin", me haré de una guayabera en una tienda en la que una señora hablará "chorradas" y escribiré comedias aptas para todo público. Desayunaré huevos fritos y café bajo una palmera, cerca de algún Flamingo Hotel. Y seré feliz para siempre. 

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