El perro salchicha puro o el elemento del perdón
Son las 9 AM y mi hermana me llama y me dice que iba en el bondi y escucha que un tipo le dice al chofer, que un amigo del chofer le dice al chofer: Le regalé un perro salchicha puro y no me perdonó . Estallo de la risa. No paro. Quiero hablar y no puedo: Noooooo, pará, pa-- Pará, ahhhhhh, ay, no, no, no, no, no. No pue--, No puedo más. Me matás. Me estás matan--. No, no, no, no. No. Puro. Puro. No, no. Corto y me quedo pensando en la palabra “puro”. El tipo cuando dice “puro” aclara, detalla, amplía. No era cualquier perro salchicha, no era mezcla de salchicha y Boxer, Cocker, Ovejero, etcétera… No, era salchicha puro . Y tuvo que remarcarlo. Llego al trabajo. Me dispongo a trabajar. Bueno... a trabajar. El amigo del chofer del bondi al chofer del bondi en el bondi... ¿Quién era el tipo y qué hacía en el bondi? ¿Cómo lo dijo? ¿Estaba mal, se reía? Ay, qué me importa, ya fue. Ya fue. Ya pasó. Me escapo de la oficina, “voy a comprar algo a la farmacia”. Llamo a mi herma...